Reducir la inflamación pasa por comprender que ésta es una respuesta natural de nuestro sistema inmunitario ante una infección o lesión. Cuando nuestro organismo detecta una agresión, ya se trate de una herida, virus, bacterias o sustancia tóxica, se pone en marcha un proceso inflamatorio agudo que impide que la afección siga avanzando, contribuye a reparar el tejido afectado y elimina las células dañadas.
Sin embargo, cuando la inflamación persiste a lo largo del tiempo se vuelve nociva y termina dañando los tejidos, por lo que se ha relacionado con el desarrollo de patologías como la artritis reumatoide. En otros casos la inflamación es el resultado de una enfermedad, como la artrosis, y se localiza en zonas específicas del cuerpo
Tratar y reducir la inflamación es fundamental para aliviar los síntomas asociados y evitar que siga causando daños. Una solución segura y eficaz para ayudar a reducir la inflamación consiste en recurrir a complementos naturales elaborados a base de cannabis sativa.
¿Qué es exactamente la inflamación y por qué aparece?
La inflamación es un proceso biológico natural que ocurre en respuesta a diferentes factores. Tanto una lesión, como una infección o una irritación de los tejidos pueden poner en marcha una respuesta inflamatoria. Así, se trata de una respuesta de defensa del cuerpo y está destinada a proteger y reparar los tejidos dañados, así como a combatir infecciones.
Para ello, el cuerpo libera sustancias químicas inflamatorias, como histaminas, prostaglandinas y citocinas, que dilatan los vasos sanguíneos y aumentan el flujo sanguíneo hacia la zona afectada. Esto permite que las células del sistema inmunológico lleguen al sitio de la lesión o infección y lleven a cabo su función protectora. Como resultado, aparecen algunos de los síntomas de la inflamación, que incluyen enrojecimiento, hinchazón, calor y dolor en el área afectada.
De este modo, si bien la inflamación es una respuesta natural y necesaria del cuerpo para protegerse y sanar, la inflamación crónica o fuera de control puede ser perjudicial y contribuir al desarrollo de diversas enfermedades. De ahí la importancia clave de mantener un equilibrio adecuado en el sistema inflamatorio del cuerpo y, por tanto, de reducir la inflamación en caso de que aparezcan desequilibrios.
El efecto antiinflamatorio del cannabis sativa: prevenir y reducir la inflamación
La planta de cannabis se utiliza con fines medicinales desde hace siglos. Los médicos de la antigua China la usaban para tratar la malaria y los síntomas menstruales y durante la época medieval se utilizaba para calmar el dolor y controlar la epilepsia. Ahora la ciencia está rescatando esa sabiduría ancestral y ha comenzado a utilizar algunos compuestos de esta planta para ayudar a reducir la inflamación.
A diferencia de otras plantas y alimentos, el aceite de semilla de cáñamo destaca por su elevado contenido en ácidos grasos poliinsaturados y el equilibrio ideal entre los omega 3 y 6. Estos ácidos grasos esenciales tienen una doble acción. Se ha comprobado que pueden inhibir hasta el 90 % de las sustancias con propiedades inflamatorias y promueven la síntesis de moléculas resolutivas de los procesos inflamatorios. Por tanto, son eficaces tanto para ayudar a prevenir como para ayudar a aliviar la inflamación
Investigadores de la Universidad de Ciencias Médicas de Urmia profundizaron en su mecanismo de acción y descubrieron que el aceite de semilla de cáñamo “aumenta significativamente el porcentaje de ácidos grasos esenciales en la membrana celular del bazo y la sangre”. Eso significa que ejerce una acción reparadora y protectora sobre la estructura de las membranas celulares contrarrestando los efectos de la inflamación
Por eso, podemos usar el aceite de semilla de cáñamo para ayudar a reducir la inflamación que causan diferentes trastornos de carácter crónico, desde la esclerosis múltiple hasta la artritis, según comprobó otro estudio desarrollado en la Universidad de Ciencias Médicas de Tabriz, en el cual también se apreció que este compuesto disminuye las recaídas y mejora el funcionamiento inmunitario.
Ayudar a reducir la inflamación con cannabis sativa: protege el cerebro y alivia el estrés
Aunque a menudo se relaciona reducir la inflamación con procesos puramente físicos, la realidad es que existe una relación entre la inflamación, el estrés y la ansiedad que es compleja y multifacética. Aunque aún se están investigando los detalles exactos de esta interacción, se ha demostrado que existe una conexión entre la inflamación crónica y los trastornos de estrés y ansiedad, así como con la función cerebral en general.
Por un lado, se sabe que el estrés crónico puede desencadenar una respuesta inflamatoria en el cuerpo, activando el sistema nervioso autónomo y el eje hipotálamo-hipófisis-suprarrenal (HPA), lo que lleva a la liberación de hormonas del estrés como el cortisol. La liberación de estas hormonas, por su parte, puede afectar el sistema inmunológico y promover la inflamación.
Asimismo, la inflamación crónica puede afectar negativamente el funcionamiento del cerebro y contribuir a la aparición o empeoramiento de los trastornos de estrés y ansiedad. Así, se ha observado que la inflamación puede alterar la comunicación entre las células cerebrales, afectar la producción de neurotransmisores y promover cambios en la estructura y función del cerebro.
De este modo, se ha comprobado que reducir la inflamación supone un proceso complejo que puede tener impactos en diversas áreas de la salud.
Los ácidos grasos omega 3 y 6 también son esenciales para el funcionamiento del cerebro y nuestro equilibrio emocional. Se conoce que las personas con ansiedad tienen niveles más bajos de ácidos grasos poliinsaturados en sangre. En cambio, una revisión en la que se analizaron los datos de más de 2 000 pacientes concluyó que “los ácidos grasos omega-3 pueden ayudar a reducir los síntomas de la ansiedad”.
El aceite de semilla de cáñamo no solo ayuda a combatir la ansiedad, también nos protege de los efectos del estrés. Investigadores de la Universidad de Shandong constataron que este extracto protege el cerebro de la inflamación, lo cual contribuye a contrarrestar la respuesta inflamatoria que desencadenan las hormonas del estrés. Destaca así entre los remedios naturales para combatir el estrés y la ansiedad, que también incluyen el uso de rhodiola y avena para relajarse.
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