¿Estando de pie con las piernas cerradas, llegas a tocar el suelo sin flexionar las rodillas? ¿Puedes girar tu cabeza por encima del hombro hasta los 90º? ¿Logras alcanzar la pared con la rodilla mientras mantienes el pie a unos 10-12 centímetros de la pared? Estas son algunas de las pruebas que propone The New York Times para determinar si debes mejorar la flexibilidad.
Y es que, por el paso de los años o debido a la vida sedentaria, quizá sientas cierta rigidez y anquilosamiento físico. De hecho, según una encuesta de Opko Health y la Fundación Internacional de la Artrosis, el 73% de las mujeres y el 63% de los hombres admite que sufre dolor articular a partir de los 35 años. Sin embargo, igual que la musculatura, las articulaciones también se pueden trabajar para ganar agilidad. Te contamos cómo lograrlo.
¿Qué factores influyen en la mejora de la flexibilidad?
Es importante determinar en primer lugar cuál es la causa de esta falta de flexibilidad para poder actuar en el origen. Ten en cuenta que existen diferentes factores que afectan a tu movilidad. El primero y más universal de ellos es la edad. A medida que las personas envejecen, es común que experimenten cambios en sus articulaciones que pueden afectar su calidad de vida. Esto se debe a que, año tras año, se va produciendo el desgaste de los ligamentos, cartílagos y músculos, disminuyendo la capacidad flexora. Es un proceso similar al del elástico de un pantalón, por ejemplo; con el tiempo y los lavados, la goma va cediendo al perder sus propiedades de extensión y contracción.
El género también influye en la agilidad. En este sentido, en términos generales, las mujeres son más flexibles que los hombres. El motivo es que disponen de una mayor elasticidad y un menor desarrollo muscular, lo que propicia una mayor amplitud de movimiento. Ten en cuenta que la musculatura juega un papel crucial a la hora de mejorar la flexibilidad, pues en cada movimiento interactúan grupos musculares, como si de un sistema de poleas se tratase. Si no funcionan correctamente (están hipo o híper atrofiados), la elasticidad de la articulación también puede verse comprometida.
Además, otros factores como el clima, la hora del día o el estado de ánimo también pueden provocar que tu cuerpo se sienta más o menos entumecido. Por ejemplo, ¿sabías que a primera hora de la mañana o en un ambiente muy frío tienes menos flexibilidad o que la fatiga y el estrés disminuyen tu movilidad articular? No podemos olvidar, por último, tus hábitos de vida. Si eres una persona activa, que hace ejercicio diariamente, tendrás mucha más agilidad que otra que pasa todo el día sentada en el trabajo o en su casa.
¿Cómo se mejora la flexibilidad en 5 ejemplos?
Por eso, para mejorar la flexibilidad, es fundamental que mantengas una actividad física regular, centrándote especialmente en ejercicios de estiramientos articular y fortalecimiento muscular. En este sentido, deportes como el yoga, el pilates o el tai chi pueden ser beneficiosos para mejorar tu flexibilidad y movilidad. Pero si quieres una pequeña rutina diaria con la que repasar todo tu cuerpo en pocos minutos, te proponemos estos 5 ejercicios:
- Estiramientos de cuello. Comienza con la cabeza con una serie de movimientos de 20 segundos e intervalos de descanso de 10 segundos. Pon las manos detrás de la cabeza y ve bajando la barbilla hasta el pecho hasta el máximo que puedas sin sentir dolor. Quita las manos y repite el giro pero hacia el hombro derecho, primero, e izquierdo, después. En esta posición, levanta la barbilla hacia arriba y aguanta unos segundos más. Termina la serie elevando el mentón hacia el techo.
- Elongación de hombros con palo. Para mejorar la flexibilidad de los hombros, busca un simple palo; el de una escoba, por ejemplo, es perfecto. Tienes que colocar tu palma sobre un extremo de la vara y la otra más abajo. En esa postura, solo tienes que levantar el primer extremo hacia arriba unos 20-30 segundos empujando con la otra mano hasta donde notes que la articulación está estirando y repetir de tres a cinco veces.
- Postura del lagarto para las caderas. Un ejercicio ideal para mejorar la flexibilidad de las caderas es la conocida en yoga como la postura del lagarto. Consiste en ponerte en el suelo con las manos apoyadas a la altura de tus hombros y colocar una pierna estirada hacia atrás y apoyada sobre el pie y la otra flexionada a lo largo del costado. Procura que el pie esté alineado con la mano y que la rodilla mantenga un ángulo de 90º con el tobillo. Si puedes, baja la postura del cuerpo, apoyando los antebrazos sobre el suelo, en lugar de las manos. Mantén 10 segundos y repite 10 veces con cada pierna.
- Movimientos para la espalda. Otra zona que debes cuidar para mejorar tu flexibilidad es la espalda. ¿Qué puedes hacer para ello? Túmbate boca abajo en el suelo y, apoyando las manos a la altura de tus hombros, yergue el torso sin levantar las caderas del suelo, como una serpiente. Tras estar así 30 segundos, lleva el cuerpo hacia atrás, acercando los glúteos a los talones y el pecho a las rodillas el máximo posible, con los brazos estirados hacia adelante, como un rezo mulsulmán, durante el mismo tiempo y repite cinco veces.
- Flexiones para las articulaciones de la rodilla. Por último, siéntate en el borde de una silla, eleva la pierna hasta el máximo que puedas sin doblar la rodilla y ve bajándola hasta doblarla hacia hacia atrás el máximo posible. Puedes hacer cinco tandas de 10 movimientos cada una.
¿Cómo podría mejorar mi flexibilidad con Harpagofito?
Además del ejercicio, existen otras estrategias que pueden ayudar a mejorar la flexibilidad, como cuidar la alimentación, asegurando una ingesta adecuada de nutrientes que contribuyan a la salud de los huesos y las articulaciones. ¿Conoces las propiedades del Harpagofito en la salud articular?
También conocido como garra del diablo, esta planta ha sido utilizada desde la antigüedad para el tratamiento de los trastornos reumáticos que cursan dolor en las articulaciones. Se debe a que sus raíces tuberosas contienen glucósidoiridoide, una sustancia conocida por sus efectos antiinflamatorios y analgésicos y su contribución en la mejora de la movilidad y flexibilidad a nivel articular. De hecho, los estudios han demostrado la eficacia del Harpagofito en el tratamiento de la artrosis, es decir, las dolencias causadas por el desgaste de los cartílagos y ligamentos.
En esta línea, para ayudar a mantener la movilidad y mejorar la flexibilidad articular puedes completar tu rutina de ejercicios con Harpagofito® Arkopharma elaborado a base de raíz criomolida de Harpagofito (Harpagophytum procumbens DC.), con un contenido mínimo de 1,2% de harpagósidos, especialmente utilizado en el tratamiento de dolores articulares leves. ¿A qué esperas para aumentar tu bienestar?
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