Saber cómo cuidar del corazón es fundamental para disfrutar de una vida plena.
En el complejo mecanismo que supone el cuerpo humano, el corazón se erige como el arquitecto y vigilante incansable de nuestro bienestar. Más allá de un simple motor impulsor de sangre, un corazón sano es el epicentro del bienestar general.
Con su ritmo constante, no solo bombea vida a través de nuestras venas, sino que también encarna el símbolo de nuestra vitalidad y energía. Por ello, es difícil insistir demasiado en la importancia de mantener un corazón sano.
Hay diversos enfoques sobre cómo cuidar del corazón. No obstante, la realidad es que tomar medidas preventivas y hacer cambios en tu rutina para caminar hacia una vida saludable son siempre positivos.
Desde esta perspectiva, te damos algunas claves sobre cómo cuidar el corazón y prevenir problemas cardiovasculares, protegiendo la salud de este órgano fundamental.
Cómo cuidar del corazón: 3 hábitos de vida saludable
La Importancia del ejercicio regular
El ejercicio regular es una de las piedras angulares en el cuidado de la salud cardiovascular. Correr, nadar, andar en bicicleta o dedicarse al entrenamiento de fuerza supone desafiar al corazón a trabajar de manera más eficiente, además de fortalecer músculos. Esto supone reducir la carga de trabajo del corazón en reposo, mejorando su capacidad para bombear sangre y disminuyendo la presión arterial.
Además, el ejercicio es crucial también ya que contribuye a aumentar los niveles de lipoproteínas de alta densidad (HDL o colesterol "bueno") y disminuye los niveles de lipoproteínas de baja densidad (LDL o colesterol "malo"), favoreciendo la salud de las arterias al reducir la acumulación de placa.
La mejora del sistema circulatorio, la prevención de la hipertensión o la reducción del estrés son otros de los efectos que logra el deporte y que tienen un impacto directo en lograr un corazón sano.
El impacto de una dieta equilibrada en lograr un corazón sano
Contar con una dieta equilibrada también resulta clave en cómo cuidar el corazón. Por ejemplo, limitar la ingesta de grasas saturadas es crucial para mantener niveles de colesterol saludables en la sangre, lo que a su vez reduce el riesgo de enfermedad cardíaca. De igual modo, también es beneficioso un consumo moderado de alcohol y la reducción de azúcares y alimentos procesados.
El aumento del consumo de fibra o de ácidos grasos Omega-3 también están vinculados a efectos beneficiosos para la salud cardiovascular, como la reducción de la inflamación y la mejora de la función arterial.
Gestión del estrés para un corazón sano
La gestión del estrés es un componente integral del cuidado de la salud cardiovascular y del bienestar general. Así, se sabe que el estrés crónico puede tener efectos adversos en el corazón y contribuir al desarrollo de enfermedades cardiovasculares por su impacto en la presión arterial. El estrés y las hormonas asociadas a él también se relacionan con efectos negativos sobre el sistema cardiovascular, como el aumento de la frecuencia cardiaca y la vasoconstricción.
Factores de riesgo y señales de alerta para un corazón sano
Además de las tres claves de vida saludable que acabamos de mencionar, saber cómo cuidar del corazón también implica conocer los factores de riesgo cardiovascular que pueden desembocar en problemas cardiovasculares.
Algunos de estos factores no son modificables. Por ejemplo, se sabe que los hombres mayores de 45 años y las mujeres mayores de 55 años tienen un mayor riesgo. Asimismo, si existen antecedentes familiares de enfermedades cardíacas, especialmente si ocurrieron a una edad temprana, el riesgo puede ser mayor.
Además de estos factores, existen otros que sí son modificables, es decir, que tienen que ver con el estilo de vida, la dieta o los posibles tratamientos médicos. Se incluyen aquí:
- Contar con presión arterial alta, la cual aumenta la carga sobre el corazón y las arterias, aumentando el riesgo de enfermedades cardiovasculares.
- Tener un niveles elevados de colesterol LDL ("colesterol malo") y bajos niveles de colesterol HDL ("colesterol bueno")
- El tabaco y la exposición al humo son factores de riesgo significativos, ya que daña los vasos sanguíneos y puede acelerar el desarrollo de enfermedades cardiovasculares.
- La diabetes no controlada aumenta el riesgo de enfermedad cardíaca y accidente cerebrovascular debido a la afectación de los vasos sanguíneos y los niveles de azúcar en sangre.
- La falta de actividad física regular contribuye al sobrepeso u obesidad, elevando el riesgo de enfermedad cardiovascular.
- El exceso de peso, especialmente cuando se acumula alrededor de la cintura, está asociado con un mayor riesgo de enfermedades cardíacas.
- Alimentación no saludable (exceso de grasas saturadas, colesterol, sodio y azúcares añadidos), consumo de alcohol y estrés están vinculados a efectos negativos en la salud cardiovascular.
A su vez, existen toda una serie de señales que pueden ser indicativas de un problema cardiovascular. Es importante destacar que estos síntomas pueden variar entre las personas, y algunas personas pueden no experimentar síntomas en absoluto. No obstante, si quieres saber cómo cuidar el corazón, te interesa conocer estas señales:
- Dolor o molestias en el pecho
- Dificultad para respirar
- Fatiga inexplicada
- Palpitaciones
- Mareos o desmayo
- Sudoración excesiva
- Inflamación en piernas, tobillos o abdomen
- Dolor en la mandíbula o la espalda
- Náuseas o vómitos - Ansiedad
¿Cómo cuidar el corazón? Algunas estrategias para prevenir o mitigar problemas cardiovasculares
Dentro de las estrategias que puedes adoptar de forma proactiva para lograr un corazón sano está el incorporar a tu día a día suplementos específicos que ayuden a mantener su salud cardiovascular. Destacan los tres siguientes:
- Ácidos Grasos Omega-3: los suplementos de omega-3 ayudan a reducir los niveles de triglicéridos, mejorar la función arterial y tienen propiedades antiinflamatorias. Las Arkocápsulas® Omega 3 se basan en aceite de pescado rico en ácidos grasos esenciales claves para la salud cardiovascular: ácido eicosapentaenoico (EPA) y ácido docosahexaenoico (DHA). Así, contribuyen al funcionamiento normal del corazón de forma proactiva, teniendo en cuenta que el efecto beneficioso se obtiene con una ingesta diaria de 250 mg de EPA y DHA.
- Ajo: el ajo y los suplementos de ajo han sido estudiados por sus posibles efectos en la reducción de la presión arterial y los niveles de colesterol. Las Arkocápsulas® Ajo suponen así un complemento alimenticio especialmente diseñado para el bienestar circulatorio, contribuyendo a mantener una adecuada circulación sanguínea y mantener los niveles normales de colesterol.
- Levadura roja de arroz: las Arkocápsulas® Levadura Roja de Arroz BIO, con monacolinas.
Ahora ya sabes más sobre cómo cuidar tu corazón adoptando hábitos saludables y proporcionando a tu cuerpo la ayuda que necesita para fortalecer tu corazón y mejorar tu calidad de vida. ¡Empieza hoy mismo tu compromiso con lograr un corazón más saludable!
#Laeficacianatural