La calidad del sueño es esencial para mantener nuestro estado de ánimo, tener disposición para enfrentar situaciones estresantes, sentirnos con mayor energía en el día e inclusive para la estimulación de las defensas inmunitarias.
Después de una mala noche seguro te sientes más cansado, somnoliento y con dificultad para concentrarte, y es que este es uno los efectos colaterales de “la nueva normalidad”, al enfrentarnos a cambios de rutina, ansiedad, agobio, cansancio físico y mental, hay tantas cosas pasando al mismo tiempo que conciliar el sueño se vuelve difícil.