¿Cuántas veces has acabado una comida sintiéndote hinchado, con dolor de estómago o incluso náuseas? Las digestiones pesadas son un problema muy común en nuestra sociedad. Tanto que, según los estudios, afecta al 30-40% de la población. Sin embargo, tan solo el 20% de estas personas pueden identificar a qué se debe la pesadez. Esto supone un obstáculo para abordar esta dolencia, pues si no sabes qué origina tu malestar, es más difícil tratarlo. De ahí la importancia de reconocer los síntomas, ser consciente de los factores de riesgo y aplicar pautas para conseguir un bienestar estomacal óptimo.
¿Cuáles son los síntomas de una mala digestión?
La malas digestiones o digestiones pesadas, que también se conocen como dispepsia, se manifiestan a través de los síntomas:
- Tienes sensación de pesadez durante la comida o tras terminar de comer.
- Sientes, después de varias horas tras la comida, que la digestión aún no ha terminado.
- Notas hinchazón de estómago, especialmente en la parte superior del abdomen.
- Te dan gases.
- Sufres ardores o acidez estomacal.
- O incluso tienes náuseas y vómitos tras la comida.
¿Cómo evitar la pesadez de estómago?
Los síntomas anteriores tienen su origen en una mala alimentación, problemas de estrés o la ingesta de algunos medicamentos. Para evitarlos, es recomendable que sigas los siguientes consejos:
- Come despacio. Tomarte tu tiempo para masticar bien los alimentos es fundamental para una buena digestión. Esto permite que las enzimas digestivas trabajen de manera más eficiente y reduce la cantidad de aire que entra al sistema digestivo. Además, el cerebro tarda unos 20 minutos en recibir la señal de que estás lleno, por lo que comer despacio te ayudará a evitar comer en exceso.
- Evita las comidas copiosas. Las comidas abundantes y ricas en grasas son más difíciles de digerir, por lo que pueden provocar digestiones pesadas. Trata de aumentar el consumo de frutas y verduras y reducir el consumo de productos procesados ricos en grasas y azúcares.
- Bebe suficiente agua. Mantenerte hidratado es importante para una buena digestión. El agua ayuda a llevar los alimentos a través del sistema digestivo, facilitando su evacuación.
- Evita el consumo de alcohol. El alcohol ralentiza la digestón. Además, irrita las mucosas y supone un aporte extra de calorías.
- Evita los alimentos picantes. Los alimentos picantes tomados de manera habitual irritan la mucosa gástrica y producen acidez.
- No abuses de los medicamentos. Hay algunos medicamentos que pueden ser agresivos para el sistema digestivo. Recuerda no tomar ningún medicamento sin la recomendación de un profesional sanitario.
- Muévete. La actividad física moderada, como caminar o realizar tareas del hogar después de comer, facilita la digestión
- Adelanta la hora de la cena. Intenta no comer justo antes de acostarte, porque podría causarte digestiones pesadas y problemas de reflujo gástrico. Lo aconsejable es cenar algo ligero al menos un par de horas antes de ir a la cama.
Junto a estas pautas, te será de gran ayuda llevar un diario de seguimiento de tus digestiones. En él puedes apuntar qué has comido y en qué circunstancias, así como el impacto en tu digestión. Es decir, si ha sido buena, mala o muy mala. El objetivo no es otro que encontrar un patrón con el que identificar qué provoca, en tu caso, las digestiones pesadas para eliminar la causa y sentirte mejor.