3 claves para reforzar tus defensas
1. Mantén una buena alimentación
Hoy en día, para ninguna persona es secreto que una alimentación sana y equilibrada es importantísima para que nuestro cuerpo tenga la suficiente energía como para protegernos de enfermedades e infecciones.
Aunque no debes ignorar a ninguna vitamina, procura que las Vitaminas C, B6, B9, D3 y el hierro sean las protagonistas de tu alimentación, ya que contribuyen directamente al funcionamiento correcto de nuestro sistema inmune.
Para reforzar el sistema inmunológico y fortalecer las defensas del cuerpo, es importante mantener una dieta equilibrada y variada. Algunos alimentos que son especialmente útiles para fortalecer el sistema inmunológico incluyen:
- Cítricos (naranjas, pomelos, mandarinas, limones…), ya que son ricos en vitamina C, un nutriente clave para fortalecer el sistema inmunológico.
- Bayas (fresas, arándanos, frambuesa, moras…), pues son ricas en antioxidantes que ayudan a proteger el cuerpo contra el estrés oxidativo y fortalecen el sistema inmunológico.
- Vegetales de hojas verdes (espinacas, col rizada, acelga…), excelentes fuentes de vitaminas, minerales y antioxidantes que apoyan la función inmunológica.
- Ajo, por sus propiedades antimicrobianas, refuerza las defensas
- Jengibre, conocido por sus propiedades antiinflamatorias y antioxidantes
- Probióticos, que contienen bacterias beneficiosas que promueven un equilibrio saludable en el sistema digestivo y fortalecen el sistema inmunológico.
Por ejemplo, Arkobiotics® vitaminas y defensas adultos está elaborado a base de 5 fermentos lácticos, garantizando una cantidad mínima de 10.000 millones de gérmenes vivos seleccionados por dosis, 11 vitaminas y zinc. Las vitaminas B5, B12 y C contribuyen al metabolismo energético normal; las vitaminas A, B6, B12, C y D ayudan al normal funcionamiento del sistema inmunitario, además, las vitaminas B2, B3, B6, B12 y C ayudan a disminuir el cansancio y la fatiga.
- Frutos secos y semillas (incluyendo almendras, nueces, semillas de chía, semillas de lino…) ya que son ricos en vitamina E, antioxidantes y grasas saludables que apoyan la función inmunológica.
- Pescados grasos (como salmón, caballa, sardinas…). Son ricos en ácidos grasos omega-3, que tienen propiedades antiinflamatorias y estimulan el sistema inmunológico.