A comienzos de los años 60, Israel Brekhman, antiguo alumno de N. Lazarev convertido en jefe del Departamento de fisiología y farmacología de la adaptación en Vladivostok, retomó los trabajos de este último, principalmente aquellos sobre el eleuterococo. Desde 1968, I. Brekhman definió tres criterios para caracterizar un adaptógeno:
- Aumenta la resistencia del organismo contra agresiones de naturaleza diversa (físicas, químicas o biológicas) de forma no específica;
- Presenta una influencia normalizadora, independientemente de cuáles sean los cambios respecto a las normas fisiológicas;
- Muestra una ausencia de toxicidad y de influencia sobre las funciones normales del organismo [Brekhman 1968].
En 1969 se publicaron por primera vez fuera de la Unión Soviética trabajos que abarcaban 15 años o más de investigaciones en una revista internacional, el Annual Review of Pharmacology [Brekhman & Dardymov 1969]. Hasta mediados de los años 80, se publicarán más de 1000 estudios en ruso en relación con los extractos y constituyentes preparados a partir del eleuterococo, del ginseng, de la Rhodiola y de la Schisandra de China, posteriormente las investigaciones seguirán realizándose a un ritmo sostenido y se internacionalizarán.
Señalemos que en la medicina tradicional china, el concepto de “adaptógeno” está presente desde hace miles de años bajo el concepto de “tónicos superiores”, que regulan las diversas funciones y aumentan la energía, favoreciendo la salud en general, sin tratar por tanto enfermedades específicas.