Própolis

El uso del própolis se remonta a más de 2000 años. El própolis es una sustancia resinosa, recogida por las abejas obreras de las yemas de diversas plantas o de la corteza de los árboles, cuando el néctar y el polen son todavía escasos.

No siempre se conoce, pero hay varios tipos de própolis. El própolis verde es producido por abejas que utilizan el "romero de campo", Baccharis dracunculifolia DC, una especie común en el Brasil. Su composición es complementaria a la del própolis marrón y ayuda a mantener la higiene de la colmena. El própolis marrón generalmente proviene de los brotes de álamos europeos. El própolis es reconocido como el "escudo natural" de la colmena.

Las propiedades del Própolis:

Esta resina es rica en compuestos de la familia de los flavonoides (una familia de polifenoles), como la quercetina y la galangina. La palabra própolis viene etimológicamente de la palabra griega "pro" que significa "frente" y "polis" que significa "ciudad".

Las abejas lo transforman en una sustancia aislante y forran todas las paredes de su colmena para asegurar la estanqueidad y la solidez, pero también para formar un escudo natural que impida la entrada de intrusos y de bacterias u hongos.

Las virtudes del própolis han sido objeto de varios trabajos y se basan esencialmente en la presencia de flavonoides.

Estos compuestos promueven las defensas del cuerpo contra múltiples agresiones. Todas estas propiedades son utilizadas por las abejas en su colmena. La actividad antibacteriana del própolis ayuda a mantener la higiene de la colmena. El própolis es por lo tanto conocido como el "escudo natural" de la colmena.

| Hoy en día, el Própolis es conocido principalmente por ayudar a preservar el confort respiratorio y estimular el sistema inmunológico.

Las principales propiedades del Própolis son:

• Defensa de la colmena
• Escudo natural contra los intrusos
• Propiedades antibacterianas de la colmena
• Actúa sobre el confort respiratorio
• Ayuda a estimular las defensas naturales

¿Cómo se usa el própolis?

Con mis actividades diarias y las duras estaciones, mis defensas naturales están a media asta: ¿puede el própolis ayudarme?

La protección contra las olas de frío comienza con buenas defensas inmunológicas. Ten en cuenta que la fatiga y el estrés nos hacen más vulnerables a los embates del invierno.

Para poner todas las posibilidades de tu lado, puedes seguir un programa basado en la Equinácea y el Própolis que te permitirá fortalecer tus defensas y resistir mejor los ataques del invierno.

¿Sabías que...?

Hipócrates recomendó la aplicación local de Própolis para aliviar y proteger las heridas a largo plazo.