Estrés prolongado: síntomas y cómo abordarlo

Estrés prolongado: síntomas y cómo abordarlo
25/01/2024
estres-prolongado-banner

En un contexto de ritmos acelerados y alta exigencia, el estrés prolongado y sus síntomas se están convirtiendo en una afección extendida. Vigilar y contener esta respuesta es importante, ya que tiene un impacto significativo en el bienestar mental y emocional, además de importantes consecuencias en el plano físico.

Como parte de la evolución del ser humano, el estrés supone una reacción natural ante eventos que se consideran amenazantes. Así, gracias al estrés el cuerpo activa una serie de circuitos neuroendocrinos interconectados entre sí orientados a enfrentarse al reto o peligro que ha detectado.

No obstante, si se percibe este peligro de forma desproporcionada o su duración es excesiva, puede llevar a una maladaptación. Este es precisamente el resultado del estrés prolongado y sus síntomas: los parámetros neuroendocrinos se mantienen alterados, pudiendo desencadenar afecciones relacionadas.

Sabiendo que el estrés tiene componentes tanto físicos, como psicológicos, el vistazo al estrés prolongado y síntomas debe abordar el modo de combatirlo de forma holística. Te contamos todo lo que necesitas saber.

¿Qué es el estrés prolongado?

El estrés prolongado (o estrés crónico) se refiere a una respuesta de estrés continuada o persistente que se extiende en el tiempo. Esta definición lo diferencia así del estrés agudo, que es una reacción temporal ante una situación estresante específica. Por el contrario, el estrés prolongado se mantiene durante un período prolongado, que puede ir desde unas semanas a unos meses o incluso años.

Cuando una persona se encuentra bajo estrés prolongado, su cuerpo está expuesto constantemente a niveles elevados de hormonas del estrés, como el cortisol y la adrenalina. Y es aquí donde reside el principal problema, ya que estas hormonas pueden tener efectos perjudiciales en el largo plazo.

Por ejemplo, los síntomas y efectos del estrés prolongado en el sistema nervioso se han estudiado desde hace al menos 5 décadas. Así, diversos estudios lo han vinculado a cambios estructurales en el cerebro, entre otras áreas.

Además, otra razón por la que atajar el estrés prolongado o el estrés laboral y sus síntomas es que puede aumentar el riesgo de desarrollar enfermedades crónicas, como enfermedades cardíacas, diabetes, trastornos del estado de ánimo y trastornos del sistema inmunológico.

Ya que el estrés prolongado, el estrés laboral y sus síntomas pueden afectar negativamente la salud física y mental de una persona, resulta crucial reconocer y abordarlo de manera adecuada.

Estrés prolongado: síntomas

Es importante destacar que el estrés prolongado y sus síntomas pueden presentarse de diversas formas de una persona a otra y que la presencia de uno o varios de ellos no necesariamente indica estrés prolongado.

En cualquier caso, los siguientes son algunos de los síntomas a menudo vinculados con el estrés prolongado:

  • Fatiga, sentirse constantemente cansado, incluso después de descansar adecuadamente.
     
  • Dificultad para conciliar el sueño o tener un sueño de mala calidad.
     
  • Disminución o (por el contrario) aumento del apetito, lo que puede llevar a la pérdida o ganancia de peso.
     
  • Dolores de cabeza, dolores musculares, tensión en el cuello, espalda o mandíbula, así como problemas gastrointestinales como dolor de estómago o diarrea.
     
  • Ansiedad persistente, irritabilidad, cambios de humor, dificultad para concentrarse o tomar decisiones, sensación de estar abrumado y llanto fácil. Puede aparecer también una falta de interés en actividades que antes se disfrutaban y aislamiento social.
     
  • Dificultad para recordar cosas, falta de concentración y neblina mental.
     
  • Problemas del sistema inmunológico, lo cual provoca que una persona sea más susceptible a contraer algunas enfermedades.
     
  • Disminución del deseo sexual o dificultad para mantener relaciones sexuales satisfactorias.

Algunas claves para reducir el estrés prolongado

Identifica las fuentes de estrés

Trata de determinar qué situaciones, personas o factores están actuando como desencadenante. Esto te permitirá entender mejor qué aspectos de tu vida necesitan cambios.

Establece límites saludables

Dependiendo de la causa de tu estrés, es posible que debas aprender a decir "no" a algunas situaciones que hacen que te sientas abrumado/a. Establecer límites claros en tu vida personal y profesional puede ayudar a reducir la carga de estrés.

En el caso del estrés derivado del trabajo, o de una cantidad elevada de tareas y responsabilidades, trata de organizar tu agenda de forma realista. Esto te ayudará a evitar la sensación de estar abrumado/a y, a la larga, será de gran ayuda para reducir el estrés prolongado y sus síntomas.

Practica técnicas de relajación

Prácticas como la respiración profunda, la meditación, el yoga o el tai chi pueden tener un papel importante en reducir la activación del sistema nervioso y promover la relajación.

Haz ejercicio de forma regular

La actividad física regular ayuda a reducir los niveles de estrés y mejorar el estado de ánimo. Para lograr que se convierta en rutina, trata de encontrar una actividad física que disfrutes (por ejemplo, realízala con un amigo/a).

Cuida de tu rutina de sueño

El sueño de calidad (sin despertares nocturnos y durmiendo del tirón) es crucial para manejar el estrés. Intenta establecer una rutina de sueño consistente, evita la cafeína y la exposición a dispositivos electrónicos antes de acostarte.

Practica el autocuidado

Dedica tiempo a actividades que te brinden placer y bienestar. ¿Te gusta leer, escuchar música, tomar un baño relajante? ¿O eres más de pasar tiempo con seres queridos o disfrutar de un hobby? Las actividades que sean placenteras para ti te ayudarán a controlar el estrés prolongado y sus síntomas.

Busca apoyo social y, si lo necesitas, profesional

Está demostrado  que compartir nuestros sentimientos y preocupaciones con personas de confianza (amigos, familiares o un terapeuta) puede ayudar a aliviar el estrés y proporcionar perspectivas y consejos valiosos. En cualquier caso, si el estrés prolongado persiste y afecta significativamente tu vida diaria, considera buscar ayuda profesional. De este modo, podrás acceder a estrategias y apoyo adicionales para manejar el estrés de manera efectiva.

Los remedios naturales para combatir el estrés prolongado y sus síntomas

La alimentación adecuada es una pieza clave en el puzzle del manejo del estrés prolongado y sus síntomas. Así lo han entendido durante la historia multitud de culturas, además de la medicina tradicional.

Aparece aquí con fuerza la medicina ayurvédica, un sistema de medicina tradicional originario de la India que promueve la salud y el bienestar general mediante un enfoque holístico que abarca la mente, el cuerpo y el espíritu.

Ante casos de estrés prolongado y sus síntomas, la tradición ayurvédica propone el uso de plantas medicinales, entre las cuales destaca la ashwagandha, empleada para ayudar a reducir el estrés y mejorar el bienestar general. Gracias a sus propiedades adaptogénicas, esta planta ayuda al cuerpo a adaptarse y responder mejor al estrés.

Así, algunos de los mecanismos en los que se cree que la Ashwagandha puede ayudar incluyen:

  • La reducción de los niveles de cortisol, la conocida como “hormona del estrés”.
     
  • Mejora del estado de ánimo, proporcionando propiedades antidepresivas y ansiolíticas.
     
  • Apoyo al sistema nervioso, con efectos neuroprotectores y con capacidad para mejorar la función cerebral y la claridad mental.
     
  • Promueve la relajación y mejora la calidad del sueño.
     
  • Propiedades antioxidantes, con compuestos antioxidantes que pueden ayudar a proteger al cuerpo contra el daño oxidativo causado por el estrés. Esto puede ayudar a reducir la inflamación y promover un equilibrio saludable en el organismo.
     

Las nuevas Arkocápsulas® Ashwagandha suponen así una solución 100% natural para resistir al estrés prolongado y sus síntomas, incluyendo el agotamiento físico y emocional. Gracias a sus propiedades adaptógenas la Ashwagandha ayuda al organismo a mantener sus capacidades psíquicas y mentales para resistir mejor al estrés, especialmente en caso de sobreesfuerzo. Así, las cápsulas representan una forma efectiva y sencilla de contribuir a la recuperación frente al estrés prolongado y sus síntomas.

#Laeficacianatural

También te podría interesar: