Tengo hambre todo el tiempo y no sé el porqué
Controlar la sensación de querer comer, incluso sabiendo que no es hambre real sino psicológico, es una de las misiones que más ayudan a mantener el peso a raya. Muchas veces, tenemos apetito a todas horas por causas como el estrés. La ansiedad puede provocar una constante sensación de querer ingerir alimentos. De hecho, se puede experimentar una tendencia a buscar alimentos procesados y ricos en grasa y azúcares para aliviar la ansiedad.
La falta de descanso puede ser otra causa del aumento del apetito, ya que se producen ciertas alteraciones hormonales. Mentalmente, esto produce el efecto de querer incrementar la cantidad de alimentos que comemos y la sensación de hambre.
La comida puede llegar a convertirse en una adicción y ser algo verdaderamente problemático. Las adicciones provocan una insatisfacción constante que no podemos resolver, por lo tanto, es fundamental identificarlas. Además, gran variedad de alimentos cuenta con elementos que pueden llegar a esto por sus azúcares, las harinas refinadas o las grasas. Evitar este tipo de productos es fundamental para que no caigamos en la rueda de la consumición y de insatisfacción. La razón es simple, nuestra salud.
La situación emocional y como nos encontremos en nuestro balance mental es otro elemento a tener en cuenta que puede provocar tener un mayor apetito. La tristeza es una emoción que modifica nuestro apetito, a veces, puede llegar a eliminarlo y otras aumentarlo.