Las propiedades de la Equinácea:
La temporada de frío suele ir de la mano de unas defensas inmunológicas más débiles. Los contactos repetidos en el transporte público o la fatiga temporal son factores que favorecen la disminución de sus defensas naturales. Para evitar al máximo los resfriados y otros inconvenientes del invierno, la Equinácea está ahí para echarte una mano.
Los numerosos componentes de la raíz de la Equinácea actúan en sinergia para darte todas sus propiedades. La raíz contiene polisacáridos, alcamidas y otros componentes que aumentan la resistencia del cuerpo a los ataques externos y refuerzan la inmunidad. La equinácea es un excelente estimulante de las defensas naturales, que ayuda al sistema inmunológico a funcionar correctamente para hacer frente a las agresiones del invierno lo mejor posible.
El aire seco, por las temperaturas, seca las mucosas respiratorias, además de generar una sensación de garganta irritada, ronquera y vías respiratorias congestionadas... En invierno, las molestias respiratorias están muy presentes y pueden afectar a su vida diaria, como el sueño. El resultado es una mayor fatiga y vulnerabilidad ante los intrusos. La equinácea es, pues, la planta recomendada en invierno, por su acción sobre las defensas naturales pero también por sus efectos beneficiosos sobre las vías respiratorias.
| Gracias a su efecto calmante, ayuda a aliviar su garganta, faringe o cuerdas vocales. Particularmente útil en caso de irritación, será el aliado de las gargantas más sensibles.
Las principales propiedades de la Equinácea son las siguientes:
- Estimula el sistema inmunológico
- Fortalece las defensas del cuerpo
- Calma la garganta, la faringe y las cuerdas vocales
- Actúa en las vías respiratorias superiores
El uso de la Equinácea se recomienda especialmente en otoño e invierno para pasar estas estaciones con más serenidad.