El buen tiempo aumenta el deseo sexual. Si a este hecho le sumamos las ganas de disfrutar del verano, de desconectar y de conocer gente en los viajes, el verano se convierte en un período en el que la gente se da más alegrías para el cuerpo.
Por eso, en esta estación del año, aumenta el contagio de enfermedades de transmisión sexual. Normalmente no se piensa en ello, creemos que el embarazo es lo único que nos puede pasar, sin embargo, debemos tener en cuenta el peligro de poder contraer una ETS.
Esta clase de enfermedades se transmiten con las relaciones sexuales, y, si no tenemos precaución, puede que nos afecten de manera repetida, pues para la mayoría de ellas no existen vacunas. Gonorrea, Candidiasis, Sífilis o VIH son sólo algunos ejemplos.
El número de relaciones a temprana edad aumenta cada año, sin embargo, la información y las campañas de concienciación entre los jóvenes, parece no hacer tanto efecto y son ellos parte del público afectado por las ETS.