¿Cómo cuidar y fortalecer tu sistema inmunitario para afrontar el frío?

Cuando las temperaturas bajan tu sistema inmunitario se resiente. No es un mito popular, el frío realmente favorece los resfriados. Y no solo porque pases más tiempo en espacios cerrados junto a otras personas. “La baja humedad relativa que produce la calefacción interior y las temperaturas bajas propias del invierno favorecen la propagación del virus de la influenza”, concluyó un estudio realizado en la Escuela de Medicina Mount Sinai.

El rinovirus, que es el principal responsable de los resfriados, también se replica mejor en los ambientes más fríos, según investigadores de la Facultad de Medicina de la Universidad de Yale. En cambio, un ambiente cálido favorece la inactivación de los virus y disminuye el riesgo de enfermar.

¿Por qué la gripe y el resfriado son más comunes en otoño e invierno?

Las bajas temperaturas y la escasa humedad ambiental juegan en tu contra, sobre todo al inicio de la infección. Respirar aire seco puede resecar la mucosa nasal, provocando un daño epitelial y/o una reducción del aclaramiento mucociliar, lo que te haría más vulnerable a las infecciones por virus respiratorios.

En práctica, los millones de cilios que se encuentran en la mucosa de la nariz reducen su actividad, dejando escapar las partículas y los virus que respiras. Las bajas temperaturas también afectan ese mecanismo de protección pues no solo reducen la frecuencia del latido de los cilios, sino que vuelven más densa la capa mucosa. Como resultado, los virus escapan de tu primera línea de defensa, lo cual les da tiempo para replicarse y facilita su propagación dentro del tracto respiratorio.

Por otra parte, los cambios bruscos de temperatura tan habituales en invierno también generan un estrés adicional a tu organismo que puede terminar afectando tu respuesta inmunitaria. Pasar rápidamente del calor al frío provoca vasoconstricción, lo cual perjudica aún más la respuesta inmunitaria local porque dificulta a los glóbulos blancos llegar hasta los virus para eliminarlos.

¿Cómo reforzar tus defensas de manera natural?

Comienza a reforzar tu sistema inmunitario antes de que llegue el invierno para que puedas lidiar mejor con el frío y los cambios de temperatura. La gama de fitoterapia personalizada Arkocápsulas® te ofrece diferentes soluciones naturales que actúan respetando al máximo tu organismo.

Arkocápsulas Própolis BIO es un complemento alimenticio a base de própolis, la sustancia que extraen las abejas de las yemas de algunos árboles para proteger las paredes de la colmena. Usado desde hace más de 2000 años, ahora los estudios científicos han comprobado que el própolis fortalece las defensas aumentando la producción de anticuerpos.

El própolis activa los macrófagos, los cuales se encargan de atacar las bacterias e intervienen en la reparación de los tejidos dañados tras la respuesta inmunitaria. También estimula la proliferación de los linfocitos T para que destruyan las células infectadas. Además, calma y suaviza las vías respiratorias para que vuelvas a respirar libremente y protege tus cuerdas vocales de los daños causados por el frío.

Otra alternativa natural para cuidar tu sistema inmunitario y fortalecer tus defensas es Arkocápsulas Equinácea. Este complemento alimenticio contiene raíz de equinácea, una planta que los nativos americanos usaban desde hace siglos para curar las afecciones de las vías respiratorias y el sistema inmune.

Su raíz contiene polisacáridos, alcamidas y otros componentes que aumentan la resistencia del cuerpo a los ataques externos y refuerzan la inmunidad. Se ha comprobado que la equinácea favorece la cicatrización de las heridas y alivia la inflamación, además de acortar la duración de los resfriados y otras infecciones de las vías respiratorias, disminuyendo la intensidad de sus síntomas. Por tanto, es una excelente solución para reforzar tus defensas de cara al otoño e invierno.