La planta medicinal del harpagofito o Hapagophytum procumbens es también conocida como la garra del diablo, por la curiosa forma de sus frutos. Se trata de una planta salvaje muy frecuente en el desierto de Kalahari y en el sur de África y está especialmente adaptada para soportar la escasez de agua de las zonas en las que habita, como el desierto.
A pesar de haber sido introducida por primera vez en Europa en el año 1953, no es hasta los años 70 cuando esta raíz africana empieza a utilizarse con fines medicinales.
Las raíces del harpagofito encierran numerosas sustancias activas siendo una de las plantas más importante indicadas para aliviar el dolor articular. La parte utilizada es la raíz secundaria, cortada y desecada. Y sus propiedades medicinales se atribuyen principalmente a las sustancias que contiene dicha raíz conocidas como iridoides, entre las que se encuentra el harpagósido.
En cuanto a los usos terapéuticos del harpagofito, tanto la Agencia Europea del Medicamento como la Sociedad Europea de Fitoterapia (ESCOP), aceptan el uso tradicional de la raíz de harpagofito para el alivio de los dolores articulares, gracias a su efecto antinflamatorio.
Los estudios realizados en pacientes con artrosis han demostrado una mejora significativa en la sintomatología dolorosa, mejorando la movilidad y la flexibilidad articular.
