La retención de líquidos es un problema relativamente común que puede ocasionar molestias y tener consecuencias serias si no se toman las medidas necesarias. Normalmente, afecta más a la población femenina, pero este trastorno ocurre también en el hombre.
Sigue leyendo si quieres saber más sobre la retención de líquidos, sus causas, síntomas y qué puedes hacer para evitarla.
El líquido que se encuentra en nuestro organismo se filtra regularmente a través del sistema circulatorio y linfático. Esta red que se extiende por todo el cuerpo drena el líquido de los tejidos y lo vierte de nuevo en el torrente sanguíneo.
La retención de líquidos, también conocida como edema, se produce cuando ese líquido no se drena, sino que termina acumulándose en los tejidos. Puede afectar a todo el cuerpo, en cuyo caso se hace referencia a un edema generalizado. En otros casos se produce solo en una parte, como las piernas, de manera que se trata de un edema localizado.
Si sufres retención de líquidos, es probable que experimentes dolor en las zonas afectadas, rigidez en las articulaciones y fluctuaciones de peso inexplicables. También es posible que notes la piel más brillante e hinchada y que cuando presiones con el dedo la zona inflamada, la huella se mantenga durante unos segundos.
A continuación, vamos a profundizar un poco más acerca de la retención de líquidos y sus causas. ¡Sigue leyendo!
En la retención de líquidos la causa puede deberse a diferentes factores. Es más común conforme van pasando los años, pero puede producirse a cualquier edad.
Entre los factores que pueden favorecer la aparición de este trastorno, los más comunes son:
Sin embargo, en algunos casos el edema puede ser un síntoma de una afección grave, como las enfermedades cardíacas, renales, pulmonares o hepáticas. Por eso, es conveniente acudir a un médico que identifique su causa.
No lo dejes para después porque, si el edema no se trata adecuadamente, puede causar una hinchazón cada vez más dolorosa que podría incluso causarte problemas para caminar. Además, corres riesgo de que la zona inflamada se infecte o ulcere.
Como hemos explicado en otro apartado, la retención de líquidos se produce cuando el líquido en nuestro cuerpo no se drena y se acumula en los tejidos. Esto puede llevarnos a pensar que reduciendo la ingesta de líquidos minimizamos el problema. ¡Error!
En realidad, cuando se produce esta condición hay un exceso de líquido, pero está retenido en los tejidos y no en el sistema linfático o circulatorio. En estas condiciones, si no reponemos agua para que circule en nuestras venas y arterias, nuestros riñones pueden fallar.
En definitiva, si sufres de retención de líquidos, la causa no tiene porqué estar relacionada con un consumo correcto de agua. En todo caso, beber lo suficiente contribuye a depurar el cuerpo y a mantenerse bien hidratados.
Si te cuesta beber los 8 vasos de agua recomendados por día, puedes aumentar el consumo de caldos y sopas en tu menú, y optar por incluir algunas infusiones de plantas. ¡Descubre las plantas medicinales que alivian la sensación de piernas pesadas!
Los signos de retención de líquidos pueden ser distintos según el tipo de edema (localizado o generalizado), la causa y la gravedad del problema.
Por lo general, podemos decir que los síntomas más frecuentes consisten en:
Es importante que identifiques las causas del edema, pues quizá necesites seguir un tratamiento médico específico para la enfermedad subyacente. No obstante, poner en práctica estos consejos también te ayudará a evitar la retención de líquidos o mantenerla bajo control.
El sodio, el mineral que incorporas a tu organismo cada vez que consumes sal, favorece la retención de líquidos. Intenta no comer alimentos procesados, ya que estos suelen tener mucha sal “oculta”. En su lugar, prepara la comida en casa y agrega poca sal. Refuerza tu dieta con productos frescos y reduce el consumo de embutidos, salsas y quesos, en especial los curados.
Dado que la deficiencia de vitaminas B se ha asociado con retener líquidos, tomar alimentos enriquecidos con vitamina B6 y B5 puede contribuir a reducir la retención de líquidos. Un estudio iraní, por ejemplo, comprobó que la vitamina B6 reduce de manera eficaz la retención de líquidos propia del síndrome premenstrual. Esta vitamina se encuentra en el germen de trigo, el pan integral, la carne, el hígado, los pescados, los huevos, las legumbres, los plátanos y la coliflor.
Las plantas medicinales pueden convertirse en tus mejores aliadas para evitar la retención de líquidos. El diente de león y la cola de caballo, por ejemplo, tienen una acción diurética. El hinojo ayuda a reducir los gases que se producen durante el proceso digestivo. También tienes especies como el aloe vera que te brinda una acción depurativa y detoxificante.
Por otro lado, la ciencia ha comprobado que la alcachofa ejerce una acción diurética que ayuda a combatir la retención hídrica. Mientras que algunas investigaciones sugieren que los extractos obtenidos de las pepitas y piel de uva pueden favorecen el control de peso.
Arkofluido® Alcachofa Forte BIO + Aloe Vera es un complemento a base de extractos de plantas que aprovecha el poder de la alcachofa para aliviar la retención de líquidos, facilitar la eliminación de toxinas, ayudar a regular el peso corporal y contribuir a mejorar la digestión y al funcionamiento normal del hígado. Gracias al hinojo, también te ayudará a eliminar los gases que se producen durante la digestión mientras que el mate activará el metabolismo de los lípidos para degradar las grasas.
Esperamos haber aclarado tus dudas sobre cómo prevenir y atenuar los síntomas del este problema en este post “Retención de líquidos: causas y soluciones”. Si deseas saber más sobre las plantas y los hábitos saludables que te ayudan a evitar las piernas pesadas y otros síntomas similares puedes explorar la sección Circulación en nuestro blog.
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