Las vitaminas son micronutrientes indispensables para el buen funcionamiento de cada una de tus células. De hecho, la falta de alguna de ellas en tu cuerpo, puede provocarte pérdida de vitalidad, cansancio, debilidad muscular, mareos o confusión mental. Además, dado que estos compuestos son esenciales para el correcto funcionamiento del sistema inmunitario, si no tienes los niveles óptimos, tu protección frente a enfermedades podría resentirse. En definitiva, una carencia vitamínica hará que no estés al 100%.
Las vitaminas hidrosolubles, por ejemplo, no se almacenan en el cuerpo, de manera que necesitas reponerlas a diario a través de la dieta. Y, si bien es cierto que los alimentos son la principal fuente de vitaminas y minerales, en algunas ocasiones puede ser necesario suplementar la dieta.
Para evitar esos problemas, puedes recurrir a los suplementos vitamínicos, pero ¿cuáles? Antes de elegir un complemento, debes identificar dónde radica tu déficit vitamínico y conocer las diferencias entre las vitaminas naturales y las sintéticas.